A los integrantes
del Grupo de Trabajo
Como creo ser de
vuestro conocimiento, estoy en Grecia representando el Foro de São Paulo en la Universidad de Verano
del PIE.
Por este motivo,
y también considerando las tareas generadas por las resoluciones del XVIII Encuentro
del Foro, era mi intención dar por cerrada mi participación en la polémica
epistolar sobre el balance del Encuentro de Caracas.
Entretanto, por
razones institucionales, tengo la obligación de aclarar algunas cuestiones.
En primer lugar: es obvio que la Declaración final del XVIII
Encuentro del Foro, así como todas las otras resoluciones y debates ahí
realizados, contiene lacunas.
Pero el esencial
es que las deliberaciones del Foro fueron excelentes y apuntan las batallas esenciales
del periodo -entre las cuales resalto la defensa de Venezuela, destacada por Lula
en el mensaje enviado al Foro.
El esfuerzo que
hacen algunos, en indicar la imperfección de los arbustos, impide ver la belleza
del bosque.
En segundo lugar: como es obvio para quien conoce el mínimo funcionamiento
del Foro de São Paulo, no está al alcance de la Secretaría Ejecutiva
aceptar o recusar disidencias, divergencias o polémicas.
El Foro puede discutir
y revisar todo, a cualquier momento. A la Secretaría Ejecutiva
cabe respetar y hacer cumplir las normas y decisiones colectivamente adoptadas.
Por ejemplo: el
orden del día de la plenaria final del XVIII Encuentro fue debatido y deliberado
en el Grupo de Trabajo; y también fue el Grupo de Trabajo quien deliberó quien
sería responsable por la coordinación del acto de inauguración y del acto de clausura
del XVIII Encuentro del Foro, inclusive la definición de quien sería invitado y
quien hablaría.
En tercero lugar: referente al tema colombiano, reitero que no hubo
ninguna falta de respeto a absolutamente nadie. Hubo sólo cumplimiento de las reglas
del Foro.
Reitero, también,
que en ningún momento fui procurado por cualquier portavoz de la Marcha Patriótica ,
para pedir la palabra y/o presentar una propuesta al Foro. La lectura atenta de
lo que está escrito en la carta enviada por dirigentes de la Marcha lo deja evidente.
Sin embargo, lo que
realmente importa es que: 1) la resolución aprobada por el Foro de São Paulo
acerca de Colombia expresa lo que todos pensamos; 2) hace poco el Polo
Democrático Alternativo nos informó que aprobó por unanimidad la entrada de la Marcha en el Foro.
O sea: exceptuando
malentendidos y disputas de protagonismo, no hay divergencias relevantes;
talvez sea esto lo que frustre algunos.
En cuarto lugar: cuanto al tema hondureño, reitero que el Frente
de Resistencia es parte del Foro de São Paulo y el LIBRE podrá ser parte si
solicitar, lo que aún no ha hecho.
Es obvio que el GT
podría haber incluido en la programación de la plenaria final una exposición
sobre el tema hondureño y/o los camaradas hondureños podrían haber solicitado
la palabra al Grupo de Trabajo. Pero esto no ocurrió.
Hasta el momento,
no recibí ningún mensaje de los camaradas hondureños, dirigida al GT o a la Secretaría Ejecutiva ,
reclamando o pidiendo aclaración.
De cualquier
manera, me parece que la importancia conferida a Honduras y a la Resistencia no se puede
medir por el hecho de que le hemos dado
o no el tiempo en la última sesión
plenaria de este XVIII Encuentro.
Además de lo que
se dice acerca de Honduras en las resoluciones del XVIII Encuentro, es bueno recordar
el énfasis dado a la situación hondureña en los Foros realizados en Buenos
Aires y Managua.
Una vez más, como
en el caso de Colombia, exceptuando malentendidos y disputas de protagonismo,
la verdad es que no existe ninguna divergencia política acerca de lo que el Foro
deliberó sobre Honduras.
A
menos, por supuesto, para aquellos que deseen alentar diferencias
que no existen.
En quinto lugar: el XVIII Encuentro dejó evidente la confluencia
entre el Foro y el proceso venezolano, entre el PT y el PSUV, entre Chávez y Lula.
Es por eso que, donde
algunos ven en el discurso de clausura hecho por Chávez una nueva
agenda, yo veo la misma agenda. Además, como dijo Lula, la victoria de Chávez es nuestra victoria.
Es
cierto que hay, tanto en la derecha cuanto en la extrema izquierda, personas que nos
prefieren enfrentados. Ellos
quedarán hablando sólos.
En sexto lugar: la polémica es bienvenida y la trabaremos donde y
cuando siempre hicimos, en el lugar y en la hora correctas.
Por
supuesto, rechazando dos posiciones: 1) la sumisión intelectual de los que quieren se
presentar como voceros de los liderazgos; 2) la actitud irresponsable de los que,
en medio de la batalla, hacen ataques públicos contra sus compañeros.
Y
siempre buscando reafirmar
determinadas ideas y profundizar determinadas reflexiones, que ya son parte de nuestro
patrimonio común.
Por ejemplo: no es
responsabilidad de los partidos cobrar del Foro Social Mundial que organice las
energías canalizadas hacia la conquista del poder.
Algunas debilidades
del Foro Social Mundial no se refieren a la lucha por poder, sino a algo
más simple: transformar la dispersión de los debates en un programa unificado de
movilización.
Otros ejemplos:
es un error acusar al Foro de São Paulo de privilegiar de manera excluyente una sola
forma de organización, el partido político, y una sola estrategia derivada de
esa forma organizacional: la electoral; también es un error decir que los
grandes avances democráticos de los últimos tiempos fueron resultados de
arrolladoras insurrecciones populares y no
del funcionamiento del sistema de partidos; igualmente equivocado es decir
que el Foro de São Paulo parte de la ingenua creencia de que el socialismo
sobrevendrá como la caída de una fruta madura o, peor aún, la cínica convicción
de que el socialismo es un proyecto que ya fracasó.
Quién dice esto no
ha leído las resoluciones del Foro de São Paulo, no sigue nuestros debates y no
ve nuestra acción.
Lo que ha ocurrido
desde 1998 en América Latina fue el exito de variadas combinaciones entre lucha
social, lucha electoral, acción de gobiernos y acción de partidos. Estos
partidos, a su vez, también son muy heterogéneos.
No hay que confundir
estrategia
electoral con estrategia que incorpora el electoral.
Y no nos iludimos acerca de la crisis del capitalismo y del neoliberalismo: por
más profunda que sea la crisis, sólo serán superadas si la izquierda salir victoriosa
en una batalla económica, política y cultural de larga duración. De lo contrario,
el capitalismo puede sobrevivir, aunque a un costo social enorme.
También por esto
y para esto precisamos de organización, incluso de partidos que, además de principios
ideológicos, teóricos y estratégicos, tengan inteligencia táctica y organizativa.
Inteligencia, en nuestro
caso, incluye la mejora del Foro de São Paulo, sin cambiar su naturaleza plural
y consensual; sin confundirlo con una Internacional centralizada; sin imaginar
que el Foro reemplaza o se sobrepone a los partidos que lo componen, muchos de
los cuales cultivan otros espacios de articulación internacional, con los cuales
muchas veces el propio Foro debe mantener un intenso intercambio.
Este es el espíritu
que, en mi opinión, debe servirnos de guía en las próximas semanas, cuando el Grupo
de Trabajo se reunir para debatir como poner en práctica las resoluciones del XVIII
Encuentro y como mejorar nuestros métodos de funcionamiento.
Un abrazo,
Valter Pomar
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